Aún así, a las 8:45 nos dirigíamos con mucha ilusión hacia la estación de tren de Culemburg donde nos esperaba un viaje de 45 minutos hasta la capital.
La lluvia hacía aparición a nuestra llegada. Esto no nos impedía dirigirnos hacia el edificio NEMO, que alberga el museo de ciencias y es una de las construcciones más singulares de Amsterdan. Allí subimos a la terraza para observar las vistas de la ciudad y tirar algunas fotos.
Tras un pequeño descanso nos fuimos hacia el museo Van Gogh paseando por los canales de la ciudad. En nuestro camino observamos las construcciones típicas, así como algunos de los puntos más turísticos de la capital holandesa.
Después de este bonito recorrido, llegamos al museo Van Gogh donde los profesores holandeses habían preparado un pequeño juego de adivinanzas para disfrutar de la obra de este gran artista.
Una vez concluida la visita al museo, hemos disfrutado de un rato de tiempo libre para poder comprar algunos caprichos y regalos para la familia.
De vuelta a Culemburg, la familia de Sophie nos acogió en su casa donde celebramos una fiesta con típica comida holandesa elaborada por las familias de los estudiantes. Además, pudimos disfrutar de un baño en la piscina cubierta que la familia posee.
Mañana será nuestro último y lo pasaremos en el parque de atracciones Walibi. Seguro que será otro gran día.
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